De la discapacidad a la diversidad funcional: más allá del lenguaje

Dom, 01/01/2012

En TecnoAccesible no se utiliza el término discapacidad en los contenidos propios para referirse a las personas con diversidad funcional, ni en los textos ni en el etiquetado. Aun así, es imposible eludirlo cuando se citan documentos, como la propia "Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud" (CIF) o cuando se reproducen titulares y textos de noticias. Entendemos que "personas con discapacidad" es, pues, un término a superar poco a poco y queremos contribuir a ello desde nuestro portal. En este momento, la situación de la terminología utilizada en Internet va mejorando, aunque todavía queda un largo camino por recorrer, como podemos ver en los resultados de búsqueda realizados con Google:

Minusválidos: 1.570.000
Discapacitados: 19.600.000
Personas con discapacidad: 65.100.000
Personas con diversidad funcional: 751.000

El término dominante es "personas con discapacidad", que puede considerarse como el oficial, difundido en normas y clasificaciones como la del CIF. Es el término que queremos superar con "diversidad funcional", pero aún así se siguen utilizando considerablemente otros anteriores con una carga más peyorativa, como "minusválidos" o "discapacitados", y no sólo se utilizan en medios más o menos profanos en la materia, sino que podemos encontrarlos en páginas Web del sector y en publicaciones especializadas. El concepto de diversidad funcional ha sido propuesto por el Foro de Vida Independiente y Divertidad para sustituir otros cuya semántica se considera peyorativa, como "discapacidad", "minusvalía", "invalidez", etc. La motivación de los promotores de este término no es estética o por corrección lingüística, sino que tiene como objetivo igualar en derechos a las personas con diversidad funcional, conscientes de que el lenguaje utilizado cotidianamente, de forma aparentemente inocente, perpetúa la ideología y los valores dominantes en la sociedad, en este caso claramente negativos. "La diversidad funcional, analizada bajo la perspectiva de la Filosofía de Vida Independiente, no tiene nada que ver con la enfermedad, la deficiencia, la parálisis, el retraso, etc. Toda esta terminología viene derivada de la tradicional visión del modelo médico de la diversidad funcional, en la que se presenta a la persona diferente como una persona biológicamente imperfecta que hay que rehabilitar y «arreglar» para restaurar unos teóricos patrones de «normalidad» que nunca han existido, que no existen y que en el futuro es poco probable que existan precisamente debido a los avances médicos." (Agustina Palacios y Javier Romañach, p.106). Como ideas clave del término "Persona con Diversidad Funcional" (PDF), "se han identificado tres elementos que definen como diferentes a los miembros de un colectivo que lucha por sus derechos" (Agustina Palacios y Javier Romañach, p.114-115):

Cuerpos que tienen órganos, partes del cuerpo o la mente o su totalidad que funcionan de otra manera porque son diferentes.
Mujeres y hombres que por motivos de la diferencia de funcionamiento de su cuerpo o su mente realizan las tareas habituales, (desplazarse, leer, agarrar, vestirse, ir al baño, comunicarse, etc.) de manera diferente. (Podríamos decir, mujeres y hombres que funcionan de otra manera).
Colectivo discriminado por cualquiera de las dos razones arriba expuestas.

Sucede lo mismo con el término deficiencia, que en TecnoAccesible se sustituye por diferencia orgánica o diferencia funcional para los textos de los contenidos, con el fin de eliminar así la carga negativa de palabras que aluden a características de un ser humano. Sin embargo, sí se utiliza en la adecuación de los productos del catálogo, ya que la CIF utiliza "Deficiencia" como calificador de las funciones corporales. Para la identificación de los productos en las fichas del catálogo y en el resto de contenidos del portal, según la diversidad funcional de los usuarios, se utilizan los siguientes términos: