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Diversidad funcional, un término discutido

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Hace ocho años escribí un breve artículo sobre la superación del término «discapacidad» en favor de «diversidad funcional». Hacerlo respondía a distintas motivaciones, pero la principal era meramente práctica, ya que me parecía complicado describir los productos de apoyo utilizando el nuevo paradigma y necesitaba comprender cómo hacerlo. Consulté a Javier Romañach y me animó a utilizarlo con los criterios que escribí en ese artículo. Desde entonces, el uso del término «diversidad funcional» es cierto que ha crecido, se ha extendido especialmente en los ámbitos periodísticos, académicos y laborales, pero circunscrito a España y sin superar al de discapacidad, siendo además cuestionado en el propio sector de la discapacidad.

En enero de 2012 creía que diversidad funcional era una evolución inevitable del término discapacidad, como éste lo fue de minusvalía. Veía dificultades para usarlo, pero no tenía dudas de que entonces era el presente y el futuro; incluso quería creer que otro, que fuera más manejable, sustituiría posteriormente a diversidad funcional. Sin embargo, han pasado ocho años y, como se verá a continuación, el termino oficial «personas con discapacidad» está lejos de ser postergado.

Además, lo que parecía una disputa entre partidarios de dos términos se ha ampliado a tres, tercera defendida, incluso institucionalmente, desde varios países hispanoamericanos1, «personas en situación de discapacidad», por lo que «personas con diversidad funcional» no sólo no ha logrado ser hegemónico, sino que existe otra alternativa que es más utilizada en nuestro idioma.

2 Significado de los términos

Para intentar comprender este debate, conviene conocer el significado de estos tres términos, el oficial «personas con discapacidad» y los alternativos «personas con diversidad funcional» y «personas en situación de discapacidad» (PeSD). En realidad, su uso no siempre es una alternativa entre uno u otro, sino que hay autores que los consideran complementarios o incluso sinónimos.

2.1 Personas con discapacidad

El término oficial, considerando la normativa internacional, y el más ampliamente aceptado para referirse a las personas con problemas sensoriales, en su movilidad, o pensamiento, es «personas con discapacidad».

La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) establece el marco en el que se usa este termino y el de funcionamiento (OMS 2001, p. 11):

El concepto de funcionamiento se puede considerar como un término global, que hace referencia a todas las Funciones Corporales, Actividades y Participación; de manera similar, discapacidad engloba las deficiencias, limitaciones en la actividad, o restricciones en la participación.

Más adelante, en el Anexo 1, Cuestiones taxonómicas y terminológicas, aclara que se entiende por discapacidad en la clasificación:

Discapacidad es un término genérico que incluye déficits, limitaciones en la actividady restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una "condición de salud") y sus factores contextuales (factores ambientales y personales).

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU (2006) plantea en el apartado e) del Preámbulo:

Reconociendo que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás

Y especifica en su Artículo 1, Propósito, qué personas están dentro del colectivo de personas con discapacidad (ONU 2006, p. 4):

Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.

La Organización Mundial de la Salud define en su página web la discapacidad como:

Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales.

Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.

Como podemos observar, el término indica que las personas con discapacidad pueden tener limitaciones si se producen ciertas condiciones en su entorno, en las circunstancias que acompañan a la persona.

El modelo social de la discapacidad considera que la discapacidad es fruto de la opresión social; la sociedad discapacita a las personas con discapacidad por su deficiencia (Thomas, Gradwell y Markham 1997). Aunque sus promotores no se ocuparon inicialmente de definir qué se entendía por deficiencia, con el fin de facilitar la comprensión del modelo por parte de los profesionales que trabajaban en los servicios de atención a personas con discapacidad, Thomas, Gradwell y Markham (1997) propusieron una definición de deficiencia desde este punto de vista2, tratando de aclarar la diferencia entre ésta y discapacidad [cita traducida]:

La DISCAPACIDAD es la desventaja o restricción de la actividad causada por una sociedad que tiene poco o nada en cuenta a las personas que tienen deficiencias y, por lo tanto, las excluye de la actividad principal. (Por tanto, la discapacidad, como el racismo o el sexismo, es discriminación y opresión social).

DEFICIENCIA es una característica, rasgo o atributo dentro de un individuo que es a largo plazo y puede, o no, ser el resultado de una enfermedad, genética o lesión y puede:

  1. Afectar la apariencia de ese individuo de una manera que no sea aceptable para la sociedad,
    Y / o
  2. Afectar la función de la mente o el cuerpo de esa persona, ya sea debido a la sociedad o independientemente de ella,
    Y / o
  3. Causar dolor, fatiga, afectar la comunicación y / reducir la conciencia.

Esto cubre a personas con dificultades de aprendizaje, impedimentos físicos, impedimentos sensoriales, desfiguración facial, impedimentos del habla, enfermedades mentales, angustia mental.

La discapacida se produce cuando el medio impide a las personas que tienen alguna deficiencia realizar determinadas actividades, tal como sí pueden hacerlo, en esas mismas circunstancias, las personas sin esa deficiencia. Por ejemplo, si un teléfono móvil no dispone de un lector de pantalla y una entrada de datos mediante gestos en pantalla táctil, no podrá ser utilizado por una persona ciega, esta carencia genera discapacidad; sin embargo, si sí dispone de esas funciones, tanto las personas ciegas como la personas con visión podrán utilizarlo en igualdad de condiciones (diseño universal o diseño para todos), el dispositivo no será incapacitante para una parte de la población, no producirá discapacidad.

El modelo social, que influyó en el desplazamiento del acento de la discapacidad desde el individuo hacia la sociedad a partir de sus reivindicaciones, es el precedente y la referencia teórica para el Foro de Vida Independiente (FVI), pero para esta comunidad «el modelo social resulta incompleto a la hora de abordar un enfoque holístico de la dignidad del ser humano» (Palacios y Romañach 2007, p. 192), por lo que es necesario completarlo y superarlo.

2.2 Personas con diversidad funcional

En realidad el término personas con diversidad funcional es la abreviación de «mujeres y hombres con diversidad funcional» (Palacios y Romañach 2007), creado y promovido por el FVI. El motivo por el que era necesario la acuñación del nuevo término era romper la carga ideológica y conceptual de palabras como déficit, limitación, restricción, barrera o discapacidad 3, utilizadas para referirse a las personas con discapacidad. No es posible renovar el significado de estas palabras, es necesario utilizar otras que no tengan asociados valores negativos (Palacios y Romañach 2007, p. 102).

La construcción del término «diversidad funcional» se apoya en las definiciones del Diccionario de la lengua española (DLE)  de sus palabras componentes (Palacios y Romañach 2007, pp. 112-113):

  • Diversidad: 1. f. Variedad, desemejanza, diferencia.
  • Funcional: 1. adj. Perteneciente o relativo a la función o a las funciones. Competencia, procedimiento funcional. Dependencia, enlace funcional.
  • Función: 1. f. Capacidad de actuar propia de los seres vivos y de sus órganos, y de las máquinas o instrumentos.

Así mismo, se propone desde este modelo sustituir el término «deficiencia» por «diferencia funcional», superando así su carácter peyorativo (Palacios y Romañach 2007, p. 35).

Aunque la terminología, el lenguaje, es fundamental dentro del paradigma propuesto por el FVI, lo más importante es su reivindicación de que todas las personas, con o sin discapacidad, tienen la misma dignidad y los mismos derechos, y es lo novedoso con respecto al modelo social de la discapacidad (Palacios y Romañach 2007, p. 190):

[...] el valor de la diversidad, el concepto de dignidad como elemento clave para la plena participación y aceptación social de las personas con diversidad funcional, y el uso de la bioética como herramienta para conseguir la plena dignidad intrínseca de las mujeres y hombres con diversidad funcional.

Las mujeres y hombres con diversidad funcional forman un colectivo que luchan por sus derechos y que responden a tres elementos que los definen como diferentes (Palacios y Romañach 2007, p. 115):

  • Cuerpos que tienen órganos, partes del cuerpo o la mente o su totalidad que funcionan de otra manera porque son diferentes.
  • Mujeres y hombres que por motivos de la diferencia de funcionamiento de su cuerpo o su mente realizan las tareas habituales, (desplazarse, leer, agarrar, vestirse, ir al baño, comunicarse, etc.) de manera diferente. (Podríamos decir, mujeres y hombres que funcionan de otra manera).
  • Colectivo discriminado por cualquiera de las dos razones arriba expuestas.

Para que quede claro, las personas con diversidad funcional son aquellas que responden a estos tres principios; diversidad funcional no es la forma diversa de funcionamiento de todas las personas en el modelo del FVI.

Para alcanzar los objetivos que se proponen, la dignidad intrínseca y extrínseca y la plena participación, el modelo utiliza como herramientas los Derechos Humanos y la Bioética, reivindicando el diseño para todos en un sentido amplio (Palacios y Romañach 2007, p. 194):

[El diseño para todos] no solo en el diseño del entorno arquitectónico o de la prestación de bienes y servicios, sino en el diseño de políticas públicas. Ello significa que, las políticas públicas deben estar dirigidas al conjunto de la sociedad y no a una supuesta «mayoría» estándar.

Desde una posición distinta al FVI, Famma Cocemfe en su diccionario técnico define la Diversidad funcional como:

Partiendo de la base de que todas las personas somos igualmente diversas o diferentes unas de otras, el término diversidad funcional se refiere a que cada miembro de la sociedad tiene unas determinadas capacidades, que deben ser gestionadas de modo que no se produzcan exclusiones o discriminaciones.

Esta visión discrepante con la propuesta del FVI está bastante generalizada en el sector de la discapacidad y, como veremos más adelante, explica por qué no existe una identificación de las personas con discapacidad con el término diversidad funcional para referirse a ellas.

2.3 Personas en situación de discapacidad (PeSD)

Este término está institucionalizado o en vías de conseguirse en muchos países de Hispanoamérica, como Chile, Colombia, Uruguay, México, Argentina, etc. Existe una definción propuesta por Senadis:

Las personas en situación de discapacidad son personas que, en relación a sus condiciones de salud física, psíquica, intelectual, sensorial u otras, al interactuar con diversas barreras contextuales, actitudinales y ambientales, presentan restricciones en su participación plena y activa en la sociedad.

Sin pretender cuestionar la precisión del término, alineado con el planteamiento de la CIF, ya que «condición de salud», como hemos visto, se incluye en el término discapacidad en el contexto de esta clasificación, creo que hubiera sido preferible omitir o sustituir el texto «en relación a sus condiciones de salud física, psíquica...». Una persona con un miembro amputado o una persona con síndrome de down no tiene afectada la salud, no está enferma por esa condición.

Precisamente, en la lucha por la dignidad de las personas con discapacidad, el FVI considera clave la desmedicalización, separar los aspectos médicos de las diferencias de funcionamiento debidas a las deficiencias (Palacios y Romañach 2007, p. 187):

La eliminación de la confusión entre la enfermedad y la diversidad funcional y el encapsulamiento de la división por diferencias al mundo sanitario, conforman el elemento de desmedicalización, que permite el paso a la lucha social, la transversalidad y la promoción de la autonomía moral de las personas, con el fin de conseguir que tomen el control de sus vidas y promover la desinstitucionalización.

Si hacemos un análisis del significado de la frase «persona en situación de discapacidad» desde la visión del modelo social, tendría mucho sentido: persona con una deficiencia que en una situación, determinada socialmente, es incapacitada para interaccionar en ese entorno en condiciones de igualdad con el resto de la población. Precisamente éste es el sentido que se da en la publicación Terminología referida a las personas en situación de discapacidad (Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz 2019, p. 13), sin necesidad de recurrir a las condiciones de salud:

[Los participantes de la Mesa de Diversidad Funcional]4 no creen que la discapacidad sea una condición. Son las dificultades generadas en el entorno y la sociedad las que crean situaciones de discapacidad cuando se construyen ciudades, edificios, servicios desde un único punto de vista determinado (basándonos en las necesidades del “hombre blanco de mediana edad con coche”).

Acompañando a este término, también se propone referirse a las personas sin discapacidad como «personas sin situación de discapacidad» (PsSD). Me parece acertado establecer un término de este tipo, ya que referirse a las personas sin discapacidad puede llevar a discriminar a las personas con discapacidad, por ejemplo utilizando «personas normales».

Chile es uno de los países que tiene el término más asentado institucionalmente, siendo utilizado ampliamente en documentos y medios de comunicación estatales, y en este caso sí parece excluirse el uso del término persona con discapacidad. En el documento Uso de lenguaje inclusivo persona en situación de discapacidad (CNCA 2017, p. 4), se indica que no debe utilizarse el término «Persona con Discapacidad» y como forma correcta debe usarse «Persona en situación de Discapacidad»5.

En Colombia, la Sentencia C-458/15 de la Corte Constitucional indica las expresiones correctas que deben utilizarse para referirse a las personas con discapacidad, corrigiendo detalladamente la legislación del país. Gran parte de las correcciones establecen que determinados términos sean sustituidos por «personas en situación de discapacidad».

En México se ha presentado el Proyecto de Decreto por el que se abroga la Ley para la Protección, Integración y Desarrollo de las Personas con Discapacidad en el Estado de México, y se crea la Ley para la Inclusión de las Personas en Situación de Discapacidad del Estado de México, en el que propone utilizar el término «personas en situación de discapacidad», pero sin relegar expresamente el de «personas con discapacidad», aunque el título del proyecto de decreto parece indicarlo. De hecho, en su articulado utiliza en ocasiones «personas con discapacidad», por ejemplo en el Artículo 40:

II. Vigilar que las y los prestadores de servicio público de transporte reserven espacios que cuenten con especificaciones técnicas y antropométricas, para ser utilizadas por personas en situación de discapacidad6 y sus animales de asistencia, conforme a la Ley de Accesibilidad del Estado de México y Municipios;

III. Fomentar la realización e implementación de programas y campañas de educación vial, cortesía urbana y respeto hacia las personas con discapacidad6 en su tránsito por la vía y lugares públicos, así como para evitar cualquier tipo de discriminación en el uso del transporte público;

Indagando en los documentos disponibles en internet, alguno de ellos de la década de 1990, no he encontrado un marco teórico que argumente la construcción del término como alternativa a personas con discapacidad. En la publicación Manual de Buenas Prácticas en el vínculo con las personas en situación de discapacidad en los centros educativos se plantea la utilización del término personas con discapacidad y personas en situación de discapacidad según el contexto en el que se produzca (CETP-UTU y Pronadis-Mides 2020, p. 15):

Si bien se desprende de la conceptualización de la CDPD que la discapacidad es una situación en sí misma, utilizaremos en este manual: la terminología “situación de discapacidad” para referirnos a contextos claramente identificados que están contribuyendo a generar situaciones de discapacidad y, la terminología “personas con discapacidad” para referirnos específicamente a las personas que con determinadas limitaciones físicas, sensoriales, cognitivas y/o psíquicas transitan por situaciones de discapacidad.

La expresión «personas en situación de discapacidad» puede encontrarse en textos publicados en España, generalmente no como término, sino para referirse a ellas, pudiendo sustituirse perfectamente por personas con discapacidad. Sin embargo, sí hay algunos casos en que también se propone como término alternativo al de discapacidad, como en el documento ya mencionado Terminología referida a las personas en situación de discapacidad (2019) editado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz o también como equivalente al de persona con discapacidad, como en la Guía de comunicación inclusiva del Ajuntament de Barcelona.

Como veremos en la Tabla 2, las referencias a este término en la búsqueda global en internet superan ampliamente al de diversidad funcional. Sin embargo, en la búsqueda de términos en las noticias, diversidad funcional es más frecuentemente utilizado (ver apartado 4.4).

3 Cifras de uso de la terminología sobre discapacidad en Internet

Vamos a actualizar los datos de uso de los término para referirse a las personas con discapacidad ofrecidos en 2012. Conviene decir previamente que los datos obtenidos a través de la búsqueda de Google es un procedimiento imperfecto. De hecho, los resultados cambian de un día para otro de forma inexplicable; por ejemplo, Minusválidos en abril daba como resultado 5.580.000 y en julio 3.720.000. Estos extraños resultados no se limitan a que un día dé unos y, otro día, otros distintos, sino que si elegimos uno de los resultados, por ejemplo "personas con discapacidad" de la Tabla 2, que da como resultado 68.200.000, al pasar las páginas, vemos que sólo llega hasta la 18, es decir, 18 por 10 resultados por página nos da un total de 180 resultados; pasamos de 68 millones de resultados a tan solo 1807. Aún así, para el tema que nos ocupa, los datos comparados nos permite llegar a conclusiones bastante válidas.

Se trata, pues, de una investigación informal apoyada en la búsqueda en Internet y, como en 2012, se ha usado el navegador Chrome y el motor de búsqueda Google.8.

Tabla 1 - Evolución en la utilización de los términos relacionados con la discapacidad
Término 2012 2020 Variación %
Minusválidos 1.570.000 5.580.000 355,41
Discapacitados 19.600.000 35.700.000 182,14
Personas con discapacidad 65.100.000 107.000.000 164,36
Personas con diversidad funcional 751.000 38.500.000 5.126,50

La tabla muestra los resultados de los términos escritos en el campo de búsqueda tal como aparecen, sin comillas. Aunque tiene validez para comparar la evolución del uso de terminos de una palabra, no lo es tanto para los de frases, estos datos pueden ser cuestionables. De hecho, rectificaremos en este artículo el criterio anterior, presentando en adelante por norma los datos utilizando comillas, añadiendo además el término "personas en situación de discapacidad".

Con todo, claramente podemos concluir que todos los términos ha aumentado significativamente, y la explicación puede ser porque también lo ha hecho el número de contenidos de internet que hablan de estos temas.

Aceptando que no utilizar las comillas desvirtúa el número de resultados, sí es verosímil que se haya producido un gran crecimiento del término «personas con diversidad funcional», ya que en 2012 estaba en el principio de su expansión, pero la palabra «diversidad» también ha crecido en estos años en otros terrenos ajenos a la discapacidad, lo que hace crecer y sesga, inevitablemente, este resultado. Aún así, el cuestionamiento cuando no se utilizan las comillas es de carácter teórico, considerando que el cálculo que realiza Google incluye tanto el conjunto de palabras de la frase en el orden en el que se escribe en el campo como las combinaciones de sus palabras componentes9; un ejemplo, si copiamos un párrafo cualquiera de tres o cuatro líneas y lo pegamos en el campo de búsqueda, el número de resultados será siempre de unas cuantas decenas de miles, ya que busca las palabras que contiene el párrafo sin considerar su orden si no lo encuentra literalmente; la búsqueda de un párrafo así no devuelve un resultado útil a pesar del número de resultados. Sin embargo, debo decir que revisando cada uno de los resultados que presenta Google al buscar personas con diversidad funcional sin comillas, casi todos ellos, de las 29 páginas que en esa ocasión presentó, respondían correctamente al témino buscado, o bien en relación con la diversidad funcional o bien con la discapacidad10. Pero estamos hablando en definitiva de 287 resultados, no de los millones que dice encontrar, por lo que es posible que esos no mostrados sean los que se alejan del concepto que buscamos, y una prueba la tenemos en la página 29 de la Figura 1, en el que hay un enlace de la OMS, Informe mundial sobre el envejecimiento..., en el que Google marca personas y funcional, que en el contexto del párrafo corresponde a personas mayores y capacidad funcional, cuya relación con personas con diversidad funcional o personas con discapacidad puede rebuscarse, pero que no creo que el algoritmo sea tan hábil que haya averiguado esa oculta relación.

Imagen del resultado de búsqueda de personas con diversidad funcional sin comillas
Figura  1 — Búsqueda en Google del término personas con diversidad funcional sin comillas

Utilizando comillas, diferenciando género y número en los términos de una sola palabra, y añadiendo el término personas en situación de discapacidad, se obtienen los resultados de la Tabla 2.

Tabla 2 - Resultados del uso de términos utilizando comillas
Término 2020 Global % Debate %
minusválido 617.000 0,57  
minusválida 328.000 0,30  
minusválidos 4.190.000 3,88  
minusválidas 121.000 0,11  
discapacitado 4.020.000 3,72  
discapacitada 1.770.000 1,64  
discapacitados 23.100.000 21,40  
discapacitadas 2.930.000 2,71  
personas con discapacidad 68.200.000 63,18 96,22
personas con diversidad funcional 937.000 0,87 1,32
personas en situación de discapacidad 1.740.000 1,61 2,46
TOTAL 107.953.000 100,00 100,00

Los datos de esta tabla nos muestran el peso que tienen los distintos términos en 2020. Cuando utilizamos comillas forzamos a Google a presentar en sus resultados la palabra o la frase literalmente, por lo que limitamos su capacidad de cálculo utilizando sinónimos u otras estrategias. Tenemos una columna (Global %) que nos presenta el porcentaje de resultados de los distintos términos con respecto al total, dato de un interés relativo pero que merece la pena ofrecer; en la columna Debate % sí se ofrece el porcentaje de uso en internet de las tres alternativas para referirse a las personas con discapacidad, siendo éste, el oficial, muy mayoritario.

Imagen de la búsqueda de "Diversidad funcional" en Google
Figura 2 — Búsqueda en Google del término "personas con diversidad funcional"

Hay que tener en cuenta que hay resultados de páginas cuyo contenido, precisamente, cuestiona el uso de los términos que consideramos inadecuados, como minusválidos o discapacitados, incrementando falsamente la estadística de uso. De hecho, si buscamos minusválido y revisamos los 10 resultados de la primera página vemos que son definiciones de diccionarios o artículos críticos con su uso; tenemos que pasar a la segunda página para encontrar anuncios comerciales de vehículos para «minusválidos».

4 Situación del término diversidad funcional

El término diversidad funcional referido a las personas con discapacidad se ha ido introduciendo en nuestra sociedad en distintos ámbitos, medios de comunicación, artículos académicos, profesionales del sector, etc., difundiéndose también en los otros idiomas del estado español y de otros países, pero, ¿qué influencia está alcanzando hasta ahora?

4.1 Diccionarios y enciclopedias

Podemos comprobar si el término está incluido en diccionarios, enciclopedias y otros recursos similares. Empecemos con Wikipedia, haciendo un pequeño análisis de qué ocurre con diversidad funcional y términos relacionados:

  • Discapacidad. Existe el artículo con este término y se incluyen definiciones, enfoques y modelos.
  • Personas con discapacidad. Al escribirlo lo detecta como entrada, pero redirige al artículo Discapacidad.
  • Diversidad funcional. Existe el artículo y lo asocia al Movimiento Internacional de Vida Independiente.
  • Personas con diversidad funcional. No existe.
  • Personas con capacidades diferentes. Al escribirlo lo detecta como entrada, pero redirige al artículo Discapacidad.
  • Minusvalía. Al escribirlo lo detecta como entrada, pero redirige al artículo Discapacidad.

El término no existe en el DLE y tampoco es comentado como opción dentro del de discapacidad. No es de extrañar, el propio término discapacidad tiene una definición que, como mínimo, podemos calificar de arcaica e incorrecta:

1. f. Condición de discapacitado. Percibe una prestación por su discapacidad.
2. f. Manifestación de una discapacidad. Personas con discapacidades en las extremidades.

La página web Linguee es una herramienta que permite contrastar el uso de terminos o expresiones en distintos idiomas. Es útil en este caso ya que la página recurre a documentos publicados en varios idiomas, con lo que podemos así identificar que propagación puede haber conseguido personas con diversidad funcional. En sus resultados, la página marca con un aviso (un icono amarillo con forma de triángulo) aquellas traducciones que considera incorrectas; pues bien, de los 28 resultados mostrados sólo 2, que se corresponden con documentos de la Unión Europea, no están marcados, son considerados correctos (no sé con que criterios), el resto es considerado una traducción incorrecta, es decir, personas con diversidad funcional traducido al inglés como people with functional diversity no es correcto. Si realizamos la búsqueda en inglés de people with functional diversity con comillas devuelve 16 resultados, todos ellos considerados incorrectos. Por una parte, la página Linguee considera incorrectas las traducciones encontradas, por otra, estas traducciones son todas de origen español.

Imagen de la página de Linguee buscando personas con diversidad funcional
Figura 3 — Personas con diversidad funcional en la página de Linguee

WordReference no devuelve ningún contenido buscando diversidad funcional. La traducción de disability al español tampoco incluye diversidad funcional entre sus opciones.

El término no se ha encontrado en nigún otro diccionario o enciclopedia de propósito general (Cambridge, Collins, Lexico, Diccionarios.com, YourDictionary, etc.), ni especializado (APA Dictionary of Psychology, Diccionario Crítico de Ciencias Sociales, Diccionario de Términos Médicos, EU Vocabularies, Hasset, Tesauro de la UNESCO, etc.)11.

4.2 Legislación

Para analizar los textos legales que incluyan el término diversidad funcional primero utilizamos Google escribiendo "diversidad funcional" boe, devolviendo así 132.000 resultados, aunque sólo pueden visualizarse 12 páginas. Los enlaces del Boletín Oficial del Estado (BOE) son siete y sólo aparecen en la primera página. Haciendo la búsqueda con "discapacidad" boe, se obtienen 2.560.000 resultados. A pesar de esta diferencia, los documentos del BOE en este caso sólo aparecen en la primera página y sólo es posible llegar hasta la página 10.

Una de las leyes encontradas en la búsqueda es la Reforma del Reglamento del Senado por la que se modifica el artículo 49.2., en la que se utiliza la fórmula «personas con discapacidad/diversidad funcional» para referirse a las personas con discapacidad. En la Ley 3/2019, de 18 de febrero, de servicios sociales inclusivos de la Comunitat Valenciana se utilizan ambos términos, aunque en general diversidad funcional siempre es acompañado de discapacidad: «personas con diversidad funcional o discapacidad».

Si la búsqueda la realizamos directamente en la página web del BOE, primero por el título del documento, ni diversidad funcional ni personas con diversidad funcional obtienen resultados. Sin embargo, personas con discapacidad devuelve 183 documentos. Si en lugar de buscar en el título lo hacemos en el contenido, "personas con diversidad funcional" (con comillas) consigue 72 resultados y "personas con discapacidad" 3.724. Dado que la página permite distinguir entre distintas categorías de documentos, merece la pena desglosar los datos por comunidades autónomas en la siguiente tabla.

Tabla 3 - Terminología utilizada en la legislación española
Ámbito personas con diversidad funcional personas con discapacidad
Título de la ley 0 183
Estatal 16 2.484
Europea 0 321
Autonómica 56 919
Andalucía 4 93
Aragón 2 54
Asturias 0 23
Canarias 1 36
Cantabria 0 47
Castilla y León 0 69
Castilla-La Mancha 0 52
Cataluña 2 64
Extremadura 4 42
Galicia 3 59
Islas Baleares 2 62
La Rioja 0 36
Madrid 1 48
País Vasco 1 21
Región de Murcia 1 51
Navarra 1 71
Valencia 34 91

Destaca en la tabla la cifra de la Comunidad Valenciana, muy superior al resto. Hay que decir que estos resultados sólo indican que estos términos están presentes en estas leyes, sin que necesariamente estén enfocadas a las personas con discapacidad. Lógicamente, en el caso del título sí es así, no existiendo ninguno que incluya diversidad funcional.

El documento Código de la Discapacidad (Foro Justicia y Discapacidad 2020) recopila toda la legislación estatal e internacional relacionada con la discapacidad, lo que permite verificar la terminología que es utilizada, dando los siguientes resultados:

  • disminuido: 6
  • minusvalía: 54
  • minusválido: 25
  • personas con discapacidad: 884
  • diversidad funcional: 0

Lo primero que debe decirse es que hay discrepancia entre los datos de la Tabla 3 y los resultados de la búsqueda en este documento, ya que se supone que hay leyes estatales de la tabla que incluyen el término, pero hay que tener en cuenta que esta recopilación es de leyes relacionadas con la discapacidad. De los 16 resultados que incluyen el término diversidad funcional en su contenido a nivel estatal en la citada tabla, solo hay dos que sean leyes, las dos referidas a la derogación del despido objetivo en el Estatuto de los Trabajadores; por ejemplo, en la Ley 1/2020, de 15 de julio el término aparece en dos ocasiones, diciendo en la primera:

En efecto, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tras admitir que no puede generalizarse la idea de que un despido por razón de enfermedad constituya despido discriminatorio (Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 11 de julio de 2006, asunto Chacón Navas), matizó que las personas con diversidad funcional6 pueden tener un volumen de bajas intermitentes de baja duración mayor que las restantes personas asalariadas, por lo que el despido objetivo que se basara en estas faltas de asistencia puede suponer una discriminación indirecta por razón de discapacidad (Sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 11 de abril de 2013, asunto H.K. Danmark; y de 18 de enero de 2018, asunto Ruiz Conejero).

Lo segundo es que los términos como disminuidos o minusválidos que hay en la lista, aunque todavía están presentes en algún caso en los textos, o bien son referencias a su sustitución por personas con discapacidad o bien son considerados sustituidos por indicaciones incluidas en el contenido de las leyes, como en el siguiente ejemplo (capítulo § 21 Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica del Código Penal [parcial], pp. 393-394):

Las personas con discapacidad deben ser objeto de una protección penal reforzada en atención a su especial vulnerabilidad. Las normas del Código Penal que sirven a este fin deben ser adecuadas a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, hecha en Nueva York el 13 de diciembre de 2006, que pretende prevenir las conductas discriminatorias que puedan impedirles el disfrute de sus derechos en igualdad de condiciones. Es preciso llevar a cabo una adecuación de la referida Convención a nuestro Código Penal, y ello exige una actualización de los términos empleados para referirse a las personas con discapacidad. El texto original del Código Penal se refiere impropiamente a «minusvalía» o a «incapaces», una terminología ya superada en nuestro ordenamiento jurídico con anterioridad a la Convención, desde la aprobación de la Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, y que debe sustituirse por los términos más adecuados de «discapacidad» y de «persona con discapacidad necesitada de una especial protección».

A tal fin, se modifica el artículo 25 para actualizar tales términos y ofrecer una definición más precisa de las personas que constituyen objeto de una especial protección penal. Tal modificación encuentra plena consonancia con lo establecido en la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, que establece en su disposición adicional octava que las referencias que en los textos normativos se efectúan a «minusválidos» y a «personas con minusvalía», se entenderán realizadas a «personas con discapacidad». Y para mayor claridad y refuerzo de esta previsión, con la reforma se decide incorporar un apartado para que todas las referencias hechas en el Código Penal al término «minusvalía» se sustituyan por el término «discapacidad», y que el término «incapaz» se sustituya por el de «persona con discapacidad necesitada de especial protección».

4.3 Artículos académicos

Para explorar la influencia del término diversidad funcional en el contenido de los artículos también utilizaremos Google, pero en este caso Google Académico. Buscando "personas con diversidad funcional" encuentra 4.790 resultados, pero, como en el caso de la búsqueda genérica del término, tanto "personas con discapacidad" como "personas en situación de discapacidad" obtienen mayores resultados.

Tabla 4 - Términos en los artículos académicos
Términos Cualquier fecha  2012 2019
personas con discapacidad 127.000 6.800 16.100
personas con diversidad funcional 4.790 168 673
personas en situación de discapacidad 7.760 335 974

En la tabla se incluye una columna con resultados del año 2012, para tener una referencia de como ha evolucionado el uso de los términos. Los resultados de "personas en situación de discapacidad" demuestran que el término viene utilizándose desde hace años (en la primera página hay documentos de Argentina y Colombia), aunque en los resultados hay documentos en que no se utiliza como término, sino como expresión.

De los resultados puede deducirse que, en el caso de la publicación de documentos, la progresión del uso de diversidad funcional de 2012 a 2019 es superior al de en situación de discapacidad, aunque en resultados absolutos sea inferior. También vemos que personas con discapacidad está muy lejos de ser alcanzada por sus alternativas.

4.4 Medios de comunicación

Para comprobar el uso de los términos  en los medios de comunicación se ha utilizado el propio buscador de la página web del medio o bien Google, en este caso utilizando la sintaxis "[término]" site:[página web] ("personas con discapacidad" site:www.la-razon.com).

Tabla 5 - Utilización de los términos en los medios de comunicación
Medio País Discapacidad Diversidad funcional En situación de discapacidad
ABC España 6.971 192 15
acn Cuba 438 0 4
Aporrea Venezuela 9.780 55 3
BBC News Mundo Reino Unido 415 1 1
Clarín Argentina 9.360 2 5
CNN Español EE.UU. 142 1 8
Correo del Orinoco Venezuela 1.825 73 3
Cubadebate Cuba 2.820 0 7
El Comercio Perú 4.730 4 5
El Desconcierto Chile 291 7 72
El Diario Bolivia 3.890 0 7
eldiario.es España 8.830 604 27
El Faro El Salvador 143 0 0
El Mostrador Chile 8.690 0 514
El Mundo España 4.368 197 4
El País España 2.178 95 10
ElPlural.com España 2.090 90 2
El Salto Diario España 241 119 1
El Universal México 3.700 117 6
Infolibre España 290 17 0
Informativos Telecinco España 700 2 0
La Jornada México 138 0 0
La Razón Bolivia 184 0 0
La República Perú 3.090 5 5
La República Uruguay 231 0 24
La Sexta Noticias España 1.140 58 0
La Tercera Chile 2.120 2 375
La Vanguardia España 24.100 2.420 219
Página12 Argentina 665 6 2
Público España 153 14 4
rtve.es España 25.800 1.530 2
The Clinic Chile 827 1 417
Última Hora Paraguay 2.270 4 1

Los resultados nos muestran que «personas con discapacidad» es el término utilizado mayoritariamente en los medios de comunicación analizados, siendo el resultado, con respecto a sus alternativas, de similar contundencia que en la búsqueda genérica realizada en el apartado 3. Lo que si cambia con respecto a la genérica, es que «diversidad funcional» es más utilizado, considerando el número de medios, que «personas en situación de discapacidad», incluso en los países americanos. Como era previsible, los medios chilenos son los que utilizan el término PeSD con más frecuencia, pero aún así «personas con discapacidad» es también en este país el más utilizado.

Imagen de la página web del periódico El Mostrador
Figura 4 — Periódico chileno El Mostrador

Haciendo una búsqueda con la opción Noticias de Google, con los términos entre comillas, se obtienen los siguientes resultados:

  • personas con discapacidad: 3.630.000
  • personas con diversidad funcional: 77.200
  • personas en situación de discapacidad: 33.400

Como vemos, en este caso diversidad funcional también supera a PeSD, pero ambos están muy lejos de los resultados obtenidos por personas con discapacidad.

4.5 Uso del término en las lenguas oficiales de España

Personas con diversidad funcional es un término que se usa fundamentalmente en España, tanto en castellano como en catalán, gallego y euskera. Resumimos en la Tabla 6 los resultados de la terminología en estos idiomas.

Tabla 6 - Uso de los términos para referirse a las personas con discapacidad en los idiomas del estado español
Término Castellano Catalán Gallego Euskera
personas con discapacidad 68.200.000 824.000 262.000 11.600
personas con diversidad funcional 937.000 106.000 30.800 1.790
personas en situación de discapacidad 1.740.000 31.500 7.130 10

En catalán, buscando "persones amb diversitat funcional" , encontramos 106.000 resultados; de éstos podemos encontrar contenidos que asumen el término como alternativo al de discapacidad, otros están en contra y algunos utilizan ambos indistintamente; por ejemplo, en la web de la Generalitat Valenciana hay una sección denominada Diversitat funcional, pero en la página también hay enlaces a contenidos que incluyen el término discapacidad12.

De Cataluña y la Comunidad Valenciana tenemos distintos ejemplos de como puede entenderse la diversidad funcional, algunos alineados con el concepto del Foro de Vida Independiente:

El paradigma de la diversidad funcional señala las causas de la discapacidad en la sociedad y no en el individuo, a diferencia del paradigma de la discapacidad. (Vidal Tatjer, Maria, 2016, L’ús i coneixement del terme de diversitat funcional en el Treball Social)

Otros cuestionan su uso argumentando que el término lingüísticamente incluye a todas las personas [cita traducida]13:

Desde hace algún tiempo se oye hablar de diversidad funcional, forma que algunas personas han propuesto que sustituya el término discapacidad, pero que no tiene, sin embargo, el acuerdo de todo el sector. Si analizamos esta denominación desde el punto de vista lingüístico, diversidad funcional se podría definir, basándonos en el diccionario normativo, como la calidad de funcionar de manera diversa. Esto puede considerarse aplicable a todo el género humano: las personas somos diversas en todo, en nuestro aspecto físico, en el modo de movernos, la manera de pensar, la manera de expresarnos. Las personas con diversidad funcional, pues, somos todas las personas, porque la diversidad funcional es una característica inherente al ser humano. Entonces, parece que no sirve para referirse a un colectivo concreto. (TERMCAT 2018)

El ayuntamiento de Barcelona tiene una página que se llama Barcelona Accesible: La ciudad de las personas con diversidad funcional, pero también ha publicado una Guía de comunicación inclusiva disponible en otra página en la que propone como correcto personas con discapacidad o personas en situación de discapacidad, indicando además que «La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad utiliza el término persona con discapacidad. Con todo, hay asociaciones, entidades y personas que prefieren el uso del término persona con diversidad funcional». Esta aparente contradicción puede reflejar las distintas sensibilidades con respecto a este término en una organización compleja, o bien un reposicionamiento en marcha, rectificando el uso de diversidad funcional.

En gallego el término "persoas con diversidade funcional" (personas con diversidad funcional) da 30.800 resultados, y "persoas con discapacidade" (personas con discapacidad) 262.000. Los resultados de diversidad funcional en la primera página muestran contenidos de asociaciones de personas con discapacidad (Cogami, Íntegro), Universidade da Coruña, la publicación elsaltodiario.com y la Diputación de Pontevedra, teniendo las siguientes páginas contenidos de procedencia similar. En uno de los contenidos, el documento  FERROL ACCESIBLE cara á VIDA INDEPENDENTE das PERSOAS CON DIVERSIDADE FUNCIONAL, se usa preferentemente personas con diversidad funcional, pero también ocasionalmente personas con discapacidad; se trata de un proyecto promovido por una asociación que ha cambiado de nombre para adaptarse al término diversidad funcional:

A Asociación Grupo Diversidade Funcional, antes persoas con discapacidade, loita polos dereitos das Persoas con Diversidade Funcional dende o ano 1980

En 2006 el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia publicó el documento Recomendacións extraídas do foro sobre comunicación e discapacidades en el que recomendaba indistintamente ambos términos: «Para referirse ao colectivo, cómpre usar termos como "persoas con discapacidade" ou "persoas con diversidade funcional"».

De la revisión de contenidos parece deducirse que no existe un conflicto entre ambos términos en gallego, optándose entre uno u otro e incluso conviviendo ambos en los textos de páginas web y publicaciones. La Confederación Gallega de Personas con Discapacidad (Cogami) utiliza el término personas con discapacidad en sus textos, pero hay asociaciones que la integran que utilizan diversidad funcional.

En euskera la búsqueda del término "aniztasun funtzionala duten pertsonak" (personas con diversidad funcional) da 1.790 resultados, con una tipología de contenidos similar al del catalán. Los contenidos utilizando el término provienen de ayuntamientos, gobiernos vasco y navarro, periódicos o partidos políticos. Sin conocer el idioma, puede parecer complicado analizar la situación del término, pero afortunadamente las páginas web y documentos están disponibles también en castellano. Uno de los resultados es la guía Diversidad sin barreras (Mugarik gabeko aniztasuna), publicada por el Consejo de la Juventud de Euskadi, que contiene un parrafo integrador sobre el uso de la terminología:

Hoy en día se emplean palabras en positivo. Existen dos corrientes mayoritarias en torno a la terminología: una hace referencia a personas con discapacidad y otra a personas con diversidad funcional. Pese a la divergencia terminológica, ambas, al decir ‘persona’ ponen en primer lugar a la persona. Es este detalle precisamente el importante. Que a día de hoy, indistintamente de la palabra utilizada, todas las corrientes actúan desde el mismo punto de partida: el priorizar y anteponer la persona.

Aunque finalmente opta por el uso de diversidad funcional:

Ante esta variedad de términos, la opción del Consejo de Juventud de Euskadi (EGK) ha sido utilizar la fórmula ‘diversidad funcional’, en consonancia con el movimiento de Foro de Vida Independiente. Por ello, a lo largo de esta Guía hablaremos en todo momento de diversidad funcional y haremos referencia a personas con diversidad funcional.

La búsqueda del término "desgaitasuna duten pertsonak" (personas con discapacidad), devuelve 11.600 resultados y "desgaitasun egoeran dauden pertsonei" (personas en situación de discapacidad) da sólo 10 resultados.

El uso del término diversidad funcional es bastante homogéneo en todo el territorio español, independientemente del idioma utilizado, con detractores y defensores en proporción semejante.

4.6 Penetración internacional del término diversidad funcional

Vamos a comprobar, con búsquedas en varios idiomas, que influencia tiene el termino «personas con diversidad funcional». Las búsquedas, como se ha hecho hasta aquí, se realizarán con los términos precedidos por «personas» y entre comillas, siendo en este caso más necesario incluir «personas», debido a los distintos significados que tiene «diversidad funcional» en otros idiomas.

Tabla 7 - Implantación internacional del término personas con diversidad funcional
Término Español Inglés Portugués Francés
personas con discapacidad 68.200.000 163.000.000 2.370.000 31.000.000
personas con diversidad funcional 937.000 40.800 7.650 2.170

4.6.1 Inglés

Aunque en español, si buscamos "diversidad funcional", sin personas, los contenidos que devuelve son casi todos relacionados con la discapacidad, en inglés y en otros idiomas veremos que no es así. Realizando una búsqueda con "personas con diversidad funcional", que en inglés sería "people with functional diversity", da 40.800 resultados (en español 937.000).

Las páginas mostradas por Google son 12; revisanado los 120 resultados, para comprobar cuantas páginas web no son españolas o con contenidos creados por autores españoles, encontramos sólo 5:

Como puede verse es un resultado contundente: el término en inglés está siendo utilizado mayoritariamente por autores españoles.

En Wikipedia el término está disponible en castellano, árabe, catalán, inglés, francés, gallego, occitano y portugués. En inglés existe una página de desambiguación14, pero no en español u otros idiomas. En inglés, el término puede referirse a:

  • Diversidad funcional (discapacidad), un término para necesidades especiales, discapacidad, deficiencia y hándicap (traducción literal)
  • Diversidad funcional (ecología), los elementos de la biodiversidad que influyen en el funcionamiento de los ecosistemas; ver debate sobre la función de diversidad
  • Diversidad funcional (geografía), un término en geografía
  • Diversidad funcional (organizacional), un término que se refiere a una mezcla de experiencia o especialización en un grupo u organización humana.

Vamos a hacer algo parecido pero utilizando Google Académico buscando "people with functional diversity" desde el año 2019. El resultado es de 121 elementos. Si realizamos la búsqueda en castellano, "personas con diversidad funcional", devuelve 986 resultados. De los 121 resultados en inglés, hay 53 que son artículos en español con resumen en inglés, 6 en portugués y 2 en catalán.

Tabla 8 - Origen de los artículos en Google Académico
Idioma Hispanoamérica Brasil/Portugal EE.UU. Austria Italia Total
Español 53         53
Inglés 50 7 1 1 1 60
Portugués   6       6
Catalán 2         2
            121

El término diversidad funcional en español, sin estar precedido por «personas con», es sinónimo de discapacidad, pero en inglés está mucho más asociado a la biodiversidad.

Si buscamos "functional diversity" con el navegador Brave y el motor de búsqueda Starpage obtenemos 39 resultados con el siguiente origen:

  • Páginas de España: 5
  • Páginas no españolas: 34
  • Diversidad funcional como concepto relacionado con la discapacidad: 615
  • Diversidad funcional como concepto relacionado con la biodiversidad: 33

Los resultados son contundentes en favor del concepto asociado a la biodiversidad, especialmente si descontáramos las páginas de origen español.

4.6.2 Portugués

Buscando en Google "pessoas com diversidade funcional" obtenemos 7.650 resultados, mientras que "pessoas com deficiências" da 2.370.000. Indudablemente el primer término es utilizado y está vivo, pero la proporción con respecto al oficial es muy pequeña.

Buscando sólo "diversidade funcional", el primer resultado no español (hay que tener en cuenta que se escribe igual que en gallego) es el del artículo de Wikipedia y el segundo, como décimo segundo resultado del total, es el artículo Diversidade funcional: um olhar para a identidade da biodiversidade, que como en el caso de los artículos científicos no españoles se refiere a temas de biodiversidad, el primero posiblemente sea portugués y el segundo brasileño. Curiosamente, utilizando el navegador Brave y el buscador Starpage, no aparecen en primer lugar resultados de sitios españoles, sino estos dos en portugués. A partir de este segundo resultado, en esta misma segunda página, aparecen otros dos artículos brasileños, uno de biodiversidad y otro, de 2009, que sí se refiere a este término como alternativa al de discapacidad: Diversidade funcional: a diferença e o histórico modelo de homem-padrão.

4.6.3 Francés

La búsqueda de personnes avec une diversité fonctionnelle, sin comillas, devuelve un total de 9.120.000 resultados, teniendo en las primeras páginas relación con las personas con discapacidad. Pero con comillas, los resultados se reducen a 2.170, de los que bastantes tienen relación con contenidos de origen español, mientras que "personnes handicapées" (personas con discapacidad) da un total de 31.000.000 de resultados.

Si buscamos sólo diversité fonctionnelle con comillas, los resultados parecen responder mayoritariamente a temas de biodiversidad.

En Wikipedia existen las dos entradas, handicap y diversité fonctionnelle. Tal como ocurre con la entrada en español, en francés tampoco existe una página de desambiguación.

Parece poco relevante el término en francés, y menos aún en alemán "menschen mit funktionaler vielfalt" con 312 resultados, casi todos de origen español.

5 Dificultades del término diversidad funcional

La difusión del término diversidad funcional ha tenido éxito en determinado entornos, aunque, por lo visto en los apartados anteriores, está aún lejos de conseguir la hegemonía. ¿Qué motivos impiden su progreso, o lo conseguido hasta ahora responde a lo esperado cuando se intenta superar un paradigma asentado? En mi opinión las causas son múltiples:

  • El significado literal de diversidad funcional incluye a todas las personas, con discapacidad o sin ella, sin embargo personas con diversidad funcional, para el FVI, sólo a las primeras.
  • El término en su expresión corta, diversidad funcional, es ambiguo, más utilizado en otros idiomas para referirse a la biodiversidad.
  • Es discutida la corrección gramatical de su construcción.
  • La filosofía del FVI que abandera su uso no es compartida mayoritariamente por el sector de la discapacidad.
  • El apoyo del sector de la discapacidad al término es minoritario.
  • El énfasis en reivindicar la igualdad en la forma de funcionar puede invisibilizar las necesidades de apoyo al colectivo.
  • Algunos indicios parecen indicar una disminución de apoyos.

Cuando se realiza una búsqueda en inglés de diversidad funcional, sin comillas, se producen resultados ajenos a la discapacidad, por ejemplo el artículo Intrinsically disordered domain of kinesin-3 Kif14 enables unique functional diversity se refiere a la diversidad funcional de las células.

La literatura científica publicada en inglés utiliza el término para referirse a temas relacionados, fundamentalmente, con la diversidad biológica, ecología... lo que puede impedir que el termino prospere internacionalmente con el sentido que tiene en España. Por ejemplo, en el capítulo Perspective: Functional Biodiversity during the Anthropocene, Andrea Belgrano et al. (2015) la define así [cita traducida]16:

La diversidad funcional (DF) es un componente clave de la biodiversidad (Perrings et al., 2010; Mouillot et al., 2014) y proporciona un vínculo directo entre la biodiversidad y los procesos del ecosistema (Naeem, 2006), aunque las comparaciones de DF entre sistemas han tenido perspectivas ignoradas que combinan principios y comprensiones ecológicas y evolutivas (Perrings et al., 2010).

El que un término consolidado no tenga un equivalente literal en otros idiomas no es un obstáculo para que se mantenga vivo y no sea cuestionado17, pero si su uso es minoritario, cuestionado por el sector al que hace referencia y, además, entra en competencia con otras disciplinas que utilizan la misma versión abreviada del término en sus investigaciones (diversidad funcional), esta falta de apoyo internacional puede hacer que sea un factor más que juegue en su contra.

Pero lo que ocurre con este término en inglés no sólo nos sirve para comprender por qué no ha prosperado en este idioma, también nos permite analizar cómo se utiliza diversidad funcional en biodiversidad: la diversidad funcional incluye a todos los elementos biológicos existentes, no excluye a ninguno, al contrario de lo que ocurre cuando el término se refiere a las personas con discapacidad.

Desde esta perspectiva, puede entenderse la diversidad funcional, en el contexto humano, como distintas formas de funcionamiento, lo que incluiría aquellas que son mayoritarias, ejercidas por las personas que no han sufrido ninguna pérdida funcional (sin deficiencias), y las minoritarias (con deficiencias); como ya hemos visto, Famma Cocemfe hace una definición de diversidad funcional que se acerca a este concepto. Por ejemplo, el desplazamiento peatonal sería realizado por la mayoría andando, utilizando las piernas, lo que incluiría a personas sin dificultades de movilidad y con algunas dificultades, con o sin productos de apoyo, como unas muletas por ejemplo; otra parte minoritaria de la población deambularía por la acera con una silla de ruedas, pero también, aunque hoy en día es difícil verlo en nuestra sociedad, personas que se desplazan utilizando sólo sus brazos, sin productos de apoyo, más allá de unas protecciones para las manos. En definitiva, diversidad funcional no sería así equivalente a discapacidad, sino una forma diversa de funcionar.

Pero esta forma de entender la diversidad funcional no es la propuesta de sus creadores y defensores, ya que en esa categoría no están incluidas las demás personas que no tienen disfunciones, por eso el termino no abreviado es «personas con diversidad funcional». Si existen personas «con diversidad funcional», implica que el resto de la población son personas «sin diversidad funcional»; hay personas que son «con diversidad funcional» y otras que no. En mi opinión el «con» iguala el termino discapacidad con diversidad funcional. ¿Cuando se dice diversidad funcional no se quiere decir en realidad diferencia funcional? De hecho lo definen así Palacios y Romañach (2007) en el texto, ya reproducido en el apartado 2.2: «Mujeres y hombres que por motivos de la diferencia de funcionamiento de su cuerpo o su mente realizan las tareas habituales, (desplazarse, leer, agarrar, vestirse, ir al baño, comunicarse, etc.) de manera diferente. (Podríamos decir, mujeres y hombres que funcionan de otra manera)». Diferencia funcional puede no ser un término atractivo, pero sin duda sería menos ambiguo.

Hagamos una analogía con diversidad sexual. Existe diversidad en la elección del objeto sexual y de la identidad sexual, y en ese universo hay heterosexuales, homosexuales, transexuales, etc. Una persona no heterosexual nunca podría ser definida como «persona con diversidad sexual», la diversidad, sea funcional o sexual, implica a toda la población, unos son heteros, otros bisexuales, homosexuales, etc. Incluso esta explicación, considerando la divergencia con la heterosexualidad del resto de opciones, puede ser considerada como discriminatoria; la diversidad implica globalidad, sin patrones de referencia. La diferencia es que hemos conseguido condenar y casi eliminar del léxico hablado términos peyorativos para definir a hombres y mujeres que no sean heterosexuales, mientras que en el caso de las personas con discapacidad, no.

El FVI buscaba un término que no tuviera connotaciones negativas y que se asociara a otras reivindicaciones sociales en otros terrenos, y diversidad era una palabra común a éstas, aunque no se aplicara de la misma forma. ¿Está justificada esta búsqueda?, ¿los términos en vigor, como deficiencia o discapacidad, son negativos? Actualmente se han, casi, erradicado términos ciertamente peyorativos como minusválido; la etimología de la palabra no deja lugar a dudas, significa menos válido. Pero qué ocurre con discapacidad; dis es una raíz que antecediendo a una palabra, según la Real Academia, puede significar:

dis-1
Del lat. dis-.

1. pref. Indica negación o contrariedad. Discordancia, disculpa, disconformidad.

2. pref. Denota separación. Distraer.

3. pref. Indica distinción. Discernir, distinguir.

dis-2
Del gr. δυσ- dys-.

1. pref. Significa 'dificultad' o 'anomalía'. Dispepsia, disnea, dislexia.

Tanto minusvalía como discapacidad tienen un significado que implica un problema, algo negativo; el primero tiene asociada la idea de una dificultad que afecta globalmente al individuo, el segundo indica que le afecta en algún funcionamiento a causa de alguna deficiencia, no le afecta globalmente, pero ambos, es inevitable, expresan problemas, dificultades, tienen carga negativa; y para eliminar esta negatividad el FVI crean un término positivo, persona con diversidad funcional, en la que no hay ninguna palabra que indique problema, sólo diferencia.

Lo propios promotores del término conocen las dificultades lingüísticas y gramaticales que puede presentar. En la publicación Diversidad Funcional, nuevo término para la lucha por la dignidad en la diversidad del ser humano Javier Romañach y Manuel Lobato (2005) citan la opinión de Carlos Egea sobre el término:

El problema es que nos hemos olvidado de la lección de gramática sobre los nombres (o sujetos) y los adjetivos (o calificadores). En el término que se intenta implantar «diversidad» es el nombre que expresa, como nos recuerda el Diccionario de la Real Academia, la variedad, desemejanza o diferencia. Y la palabra «funcional» es el adjetivo que, para lo que nos interesa expresa (también según el DRAE) la pertenencia o relación con las funciones biológicas o psíquicas.

[...]

Si hablamos de «mujeres y hombres con funcionalidad diversa» (parece lo mismo pero cambia lo sustantivo y lo adjetivo) estamos poniendo el acento en que lo sustantivo es el funcionamiento (funcionalidad sería el nombre que expresa la cualidad de lo relativo a las funciones biológicas o psíquicas) y lo objetivo es lo diverso (expresando la distinta naturaleza o forma de la funcionalidad que adjetiva).

A pesar del argumento, que Javier Romañach y Manuel Lobato consideran válido, disienten de esta crítica por varios motivos: uno porque ellos quieren poner énfasis en la diferencia, de la que se sienten orgullosos, otra porque el intercambio con el término discapacidad es más directo, útil cuando, por ejemplo, decimos personas con diversidad funcional física en lugar de personas con discapacidad física, más fácil de entender que personas con funcionalidad diversa física; y otro motivo, similar a éste, de tipo práctico:

A la hora de acuñar un nuevo término, su facilidad de pronunciación y la velocidad de asimilación son muy relevantes. A nuestro entender, «mujeres y hombres con funcionalidad diversa», es mucho más complejo de pronunciar que «mujeres y hombres con diversidad funcional» y, por lo tanto, será más difícil y lento de asimilar.

De este párrafo cabe interpretar que existe un componente de mercadotecnia en la elección del término que va más allá de la corrección del significado, corrección que no se pretende totalmente o bien no es prioritaria. El término es, en este sentido, inventado, transcendiendo su significado literal y su corrección gramatical en favor de obtener un producto que puede asociarse a factores positivos por la inclusión de «diverso» en su composición, reivindicado por otros movimientos sociales que luchan por la igualdad de trato al margen de la elección o  pertenencia por sexo, etnia, religión, cultura, etc., pero con la salvedad de que éstos entienden por diverso a todos los que componen el universo sexual, étnico, de creencias o cultural, mientras que no es así en el caso de diversidad funcional.

Agustina Palacios (2008, p. 34) dice preferir diversidad funcional en sustitución de deficiencia, manteniendo discapacidad para referirse al colectivo, a pesar de ser coautora en 2007, junto a Javier Romañach, de El modelo de la diversidad, obra clave en la argumentación del uso del término diversidad funcional.

Otros autores han destacado la debilidad de usar diversidad funcional como diferenciador de las otras personas: las personas sin discapacidad pueden funcionar también con las mismas estrategias alternativas que usan las personas con discapacidad. En el artículo de Wikipedia sobre discapacidad se explica el modelo de diversidad funcional y se argumenta:

Sin embargo, es un hecho que debemos destacar: una persona con discapacidad no necesariamente posee capacidades distintas o superiores a las de una persona que no posee la condición; si acaso, ha desarrollado habilidades que le permiten compensar la pérdida o disminución de alguna función, pero que no son privativas suyas, puesto que cualquier persona sin discapacidades también podría hacerlo.

La Mesa de Diversidad Funcional, promovida por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, ha elaborado el documento Terminología referida a las personas en situación de discapacidad (2019), en el que algunas de las conclusiones son:

Las personas participantes creen que la frase de “todos y todas somos diversos” diluye a las personas con necesidades de apoyo específicas, englobando a todas las personas en una única situación y no visualizando necesidades específicas.

Tampoco creen que el concepto pueda ser “personas que funcionan de diversas maneras” ya que nos llevaría a la misma reflexión que la anterior.

Para continuar:

En las asociaciones participantes sienten la palabra discapacidad más cercana que la palabra diversidad funcional. No entienden la discapacidad dentro de la definición de “menor capacidad”, sino que la entienden vinculándola a su colectivo.

Estos argumentos son utilizados comúnmente para rechazar diversidad funcional, y aún compartiendo que el término tiene serios inconvenientes, como hemos visto, el FVI no dice que las personas con diversidad funcional sean todas las personas, precisamente se apropia del término dándole el significado que ellos quieren, más allá de su literalidad, incluyendo sólo a las personas que funcionan de otra forma y excluyendo a las personas sin discapacidad.

Una de las críticas hacia el FVI, más allá de la terminología, es que al reivindicar la igualdad de las personas con discapacidad y sin discapacidad en su funcionamiento, tratando de eliminar cualquier consideración médica, pueden impedir que la sociedad, el estado, se comprometa en intervenciones terapéuticas que reviertan la discapacidad: si la diversidad funcional supone simplemente una forma distinta de funcionar, queda dentro del ámbito privado del individuo cambiar, o no, esa forma de funcionar. Evidentemente el Foro de Vida Independiente no pretende la inacción terapéutica para eliminar o mitigar una deficiencia, pero su planteamiento teórico parece abrir un hueco que justificaría dicha inacción; como indica Joan Canimas (2014):

El primero [de los problemas] es: si lo que ahora consideramos deficiencia es interpretado únicamente como diversidad, ¿qué argumentos tendríamos para no respetar la decisión de unos padres de no corregir una deficiencia física, intelectual o del desarrollo de sus hijos, pudiéndolo hacer con una terapia eficaz, razonable y sin riesgos? ¿Y para impedir que les produzcan una deficiencia? El segundo problema es: ¿Cómo justificar la necesidad de discriminación positiva (más recursos y atenciones y más investigación médica y tecnológica a las personas con diversidad funcional) e incluso de apoyo, si se considera que su manera de funcionar no es ni mejor ni peor que las otras?

Y lo cierto es que ocurre, que hay grupos de personas con discapacidad que no desean restablecer las funciones perdidas o nunca poseídas, ni para ellos ni para sus hijos (foro de implantecoclear.org, «no lo comprendo»):

como dice que hay padres que no quieren el implante... me alegro por ellos... estoy contenta porque en realidad esos padre son los que respetan a su hijo sordo.. asi como son, asi como nacieron, sin intentar modificarlos, cambiarlos, sin intentar convertirlos en oyentes, Raquel dice que somos de una minoria sorda es verdad, yo lo llamo, la Comunidad Sorda, una comunidad que se defiende, que tiene sus costumbres, su cultura, su lengua... que merece ser respetada como cualquier comunidad de indios por ejemplo.. .que no deben cambiarnos... somos como somos, asi nos gusta ser, por mi parte me siento orgullosa de ser sorda, doy gracias a Dios por ser sorda, porque aprendi muchas cosas en este mundo .,.. pase por mucho, desde sufrimientos, frustraciones, hasta alegrias y diversiones... no me quejo... vivo como cualquier persona...
por eso digo. benditos esos padres que no quieren implantar a sus hijos sordos, porque los respetan, porque quieren que vivan felices, sintiendose aceptados por todos,... sin verguenza sin esconderses... si los padres pueden leer esto les digo: Gracias por querernos, por respetarnos, somos sus hijos sordos, que como ustedes, hablamos, pero con las manos, escuchamos, pero con los ojos, sentimos.. igualque ustedes... con el corazon

El párrafo reproducido es muy sentido y expresa una opinión personal de alguien que forma parte de un colectivo que se siente amenazado e incomprendido. Parte de la comunidad sorda, especialmente en Estados Unidos18-19-20, consideran que el implante coclear es una amenaza para la lengua de signos y, como consecuencia, para su cultura.

Esta visión está reforzada por la posición del FVI con respecto al modelo médico (Romañach y Lobato 2005):

[El modelo médico] presenta a la persona diferente como una persona biológicamente imperfecta que hay que rehabilitar y «arreglar» para restaurar unos teóricos patrones de «normalidad» que nunca han existido, que no existen y que en el futuro es poco probable que existan precisamente debido a los avances médicos.

De acuerdo con que no existe un patrón de normalidad, que defender alcanzarlo es, además, peligroso (Gil 2018, apartado 5), pero me parece legítimo que la ciencia avance hasta conseguir revertir cualquier tipo de deficiencia, que los avances tecnológicos y médicos ayuden a superar cualquier deficiencia funcional. Si la persona con discapacidad así lo desea, claro está.

Otro problema del término diversidad funcional es que no significa lo mismo para todas las personas que lo utilizan. Muchos lo hacen por creerlo más políticamente correcto que personas con discapacidad (en los medios de comunicación, por ejemplo), otros lo consideran un sinónimo y lo usan indistintamente junto con personas con discapacidad, y hay otros que, estando de acuerdo con su uso, no comparten los principios de sus creadores (Canimas 2014):

[...] cabe señalar que utilizar [...] persona o personas con diversidad funcional no comporta abrazar el paradigma social-hermenéutico [del FVI] ni desestimar los conceptos deficiencia y discapacidad, que continúan siendo imprescindibles en algunos contextos lingüísticos. El concepto personas con diversidad funcional me parece acertado, pero no el paradigma social-hermenéutico del que ha surgido y que en estas páginas intento rebatir.

La introducción de diversidad funcional en la literatura académica, medios de comunicación y entornos profesionales, ha sido en muchos casos simplemente la sustitución de un término por otro, sin consideraciones teóricas que sustente el cambio, tal como dice Wendy López (2019):

Otra variable en el uso de diversidad funcional, ha sido la novedad terminológica, que coincide con el mismo fenómeno social que produjo la introducción del término “capacidad especiales”, donde se realiza una sustitución conceptual pero no se reconstruye el término. Diversidad funcional, como concepto, ha sido utilizado como sinónimo de discapacidad, distante de su propuesta social-hermenéutica, de sus principios y su filosofía, lo cual se ha prestado para confusión y ha desgastado los esfuerzos para lograr un cambio a nivel social.

Hay otros ámbitos en los que se utiliza diversidad funcional en su modo más literal, por decirlo de algún modo, queriendo expresar la forma diversa de funcionar de todas las personas, pero refiriéndose a las personas con discapacidad como «personas con discapacidad» o «personas en situación de discapacidad» (CETP-UTU y Pronadis-Mides 2020, p. 20). Lo cierto es que la utilización en este contexto tiene todo el sentido, ya que partimos de una forma diversa de funcionamiento que incluye a todos para establecer que la sociedad, mediante la acción política, tiene que proporcionar todos los medios necesarios para que no se produzca la discapacidad, hablando en los términos del modelo social.

Como se ha mencionado, el término es discutido desde el propio sector de la discapacidad, y creo que eso explica los resultados del uso de los términos obtenidos en el capitulo Cifras de uso. Las personas y asociaciones que rechazan diversidad funcional consideran que el término es un eufemismo para referirse a las personas con discapacidad, equiparable a capacidades diferentes o expresiones similares, invisibilizando así las necesidades y apoyos que precisan las personas con discapacidad (Plena Inclusión 2017, p. 6). Desde la Confederación Plena inclusión se realiza un posicionamiento claro sobre qué término debe ser utilizado para referirse a las personas con discapacidad intelectual y los inconvenientes de usar diversidad funcional (Plena inclusión 2017, p. 6):

Debemos llamar a las cosas por su nombre, evitando confusiones pero respetando siempre la dignidad de las personas.

Además, el uso de “Diversidad funcional” o “Capacidades Diferentes” no es correcto pues todas las personas tenemos las mismas necesidades, demandas, capacidades lo que cambia de una persona a otra son las necesidades de apoyo.

Por todo ello, por el bagaje legal, social y de representatividad que hoy por hoy tiene referirnos a personas con discapacidad intelectual, creemos y apoyamos su uso como la forma más correcta de englobar y caracterizar el colectivo con el que trabajamos, y por tanto, defendemos que es la manera más eficaz para garantizar el desarrollo de los Derechos y Ciudadanía de las personas.

Cocemfe ha publicado una guía llamada Lenguaje Inclusivo (Cocemfe 2018) en la que también desaconseja el uso de diversidad funcional:

Términos desaconsejados: “diversidad funcional”, “otras capacidades”, “capacidades diferentes”

COCEMFE considera que estos términos son eufemismos, cargados de condescendencia que generan confusión, inseguridad jurídica y rebajan la protección que todavía es necesaria.

Todos/as somos diversos/as, la diversidad es aplicable a todas las personas. Por tanto, además de ser ambiguo, hace invisible a este grupo social y oculta su realidad. Al ser tan genéricos, no se entiende bien a qué se refieren estos términos. Además, con ellos, se resta valor a la problemática que supone tener una discapacidad, ya que están poniendo la discapacidad al mismo nivel que la habilidad que tienen todas las personas para desempeñar unas u otras actividades.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) publicó una guía de estilo (2017) en la que indicaba de qué forma debe hacerse referencia a las personas con discapacidad, estableciendo:

A la hora de elaborar cualquier acto de expresión o comunicación de los referidos arriba que vincule o comprometa al CERMI debe emplearse siempre y en todo momento la expresión “persona o personas con discapacidad” para referirse a este sector de la ciudadanía, y “discapacidad”, para referirse a su realidad persona[l] y social.

Y continúa en relación al uso del término diversidad funcional:

Debe evitarse en cualquier caso, como contraria a los valores, cultura y acervo CERMI y de su movimiento social, la utilización de la expresión personas con diversidad funcional para referirse a las personas con discapacidad, y diversidad funcional, para referirse a esta realidad personal [si y] social. Se habrá de ser especialmente diligente para no contrariar este mandato expreso y terminante.

Esta recomendación se refiere al uso de estos términos en las comunicaciones, internas o externas, que hace el Cermi, no califica el uso de diversidad funcional de forma general fuera de su ámbito, pero teniendo en cuenta el peso que tiene esta organización como representación del sector de las personas con discapacidad, no puede obviarse la importancia de afirmar «evitarse [diversidad funcional] en cualquier caso, como contraria a los valores, cultura y acervo CERMI y de su movimiento social».

Esta resistencia del propio sector de la discapacidad hacia el uso del término diversidad funcional también se fundamenta por la falta de reconocimiento del término internacionalmente; no es reconocido, y ni siquiera mencionado, por las organizaciones internacionales que, relacionadas con la ONU, defienden los derechos de las personas con discapacidad. Y, en mi opinión, será muy difícil su reconocimiento en estos organismos si su implantación internacional sigue siendo tan escasa.

6 Lenguaje inclusivo

Cuando hace casi dos décadas se empezó a considerar qué término era el más adecuado para referirse a las personas con discapacidad, a la vez se fue estableciendo qué otros términos de nuestro lenguaje cotidiano, e incluso del lenguaje técnico, eran inadecuados. Se trata de un proceso que continúa todavía, pero en el que se han alcanzado indudables logros. Aún así, hay resistencias en abandonar la terminología discriminatoria, y no sólo es usada entre las personas que puedan estar alejadas de esta sensibilidad, también es reforzada por actuaciones o dejadez de las instituciones que continúan utilizando un lenguaje no inclusivo.

Imagen de un cartel de acceso para minusválidos
Figura 5 — Cartel de acceso para personas con discapacidad

Aunque el lenguaje inclusivo en el terreno de la discapacidad no es el objeto de este artículo, sí parece complementario con su contenido presentar las recomendaciones para aplicarlo correctamente. Algunas referencias utilizadas aquí son guías para el uso de lenguaje inclusivo publicadas desde distintas fuentes (CNCA 2017, Ajuntament de Barcelona 2017, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz 2019, CETP-UTU y Pronadis-Mides 2020, Cocemfe 2018, etc.), guías que pretenden eliminar la discriminación en el lenguaje hacia las personas con discapacidad. En la Tabla 9 se ha realizado una síntesis de las recomendaciones de estas guías consultadas.

Tabla 9 - Terminología en torno a la discapacidad
Inadecuado Adecuado Comentarios
  • discapacitado
  • deficiente
  • enfermito
  • incapacitado
  • persona con capacidades diferentes
  • persona con discapacidad
  • persona en situación de discapacidad
  • persona con diversidad funcional

CNCA incluye como inadecuado persona con discapacidad.

Cermi desaconseja el uso de diversidad funcional

  • padece discapacidad
  • sufre discapacidad
  • aquejado de discapacidad
  • víctima de (parálisis, autismo...)
  • afectado de (parálisis, autismo...)
  • que presenta discapacidad
  • que vive con discapacidad
  • que tiene discapacidad
 
  • deficiente
  • mongólico
  • mongolito
  • down
  • retardado
  • retardado mental
  • persona con discapacidad intelectual
 
  • minusválido
  • inválido
  • desvalido
  • paralítico
  • cojo
  • disminuido
  • mutilado
  • lisiado
  • tullido
  • persona con discapacidad física
  • persona con movilidad reducida
 
  • defecto de nacimiento
  • discapacidad congénita
 
  • invidente
  • el ciego
  • cieguito
  • no vidente
  • persona con discapacidad visual
  • persona ciega
  • persona con ceguera
 
  • corto de vista
  • persona con discapacidad visual
  • persona con baja visión
  • Persona con deficiencia visual
 
  • el sordo
  • el sordomudo
  • persona sorda
  • persona con sordera
Las personas sordas no son mudas
  • el sordociego
  • persona sordociega
  • persona con sordoceguera
 
  • lenguaje de signos
  • lengua de signos
 
  • anormal
  • persona con discapacidad [tipo de discapacidad]
En este contexto, no debe utilizarse «normal» para referirse a una persona sin discapacidad
  • demente
  • loco
  • transtornado
  • enfermo mental
  • esquizofrénico
  • bipolar
  • delirante
  • histérico
  • alienado
  • persona con discapacidad mental
  • persona con
    problemas de salud mental
  • personas que tienen o conviven con un trastorno mental
 
  • recluido / encerrado en un manicomio
  • interno en un
    psiquiátrico
  • paciente o persona usuaria de centros de salud mental
  • persona en proceso de recuperación
 

 

7 Conclusiones

Tal como hemos visto, «personas con diversidad funcional», como alternativa a «personas con discapacidad», se ha convertido en un concepto de ámbito regional y es utilizado en todos los idiomas de nuestro país. Los autores que han optado por su uso preferente están localizados casi exclusivamente en España. En Hispanoamérica la alternativa ha sido «personas en situación de discapacidad», siendo un término no beligerante con el de «personas con discapacidad». De cualquier forma, «personas con discapacidad» es el término más utilizado en español en todos los países.

La idea que subyace en este artículo es que el nuevo término, a pesar de lo que se podía presagiar hace una década, no se ha impuesto a personas con discapacidad, y que ha surgido un movimiento en el propio sector de la discapacidad contrario a abandonar este término, término con el que se identifican la mayoría, en favor de diversidad funcional. En este momento, no podemos saber si el tiempo cambiará la correlación de fuerzas en favor de uno u otro, pero los datos presentados en este estudio, cuando menos, parecen alejar el horizonte en el que diversidad funcional pueda ser predominante.

Personas en situación de discapacidad, sin embargo, a pesar de que los datos no son mucho mejores que los de diversidad funcional, sí parece que pueda progresar, ya que ha conseguido un fuerte apoyo a nivel institucional, incluyéndose en la legislación de varios países hispanoamericanos como la forma correcta de referirse a las personas con discapacidad.

A mí me resulta difícil decantarme por alguno de los dos términos, pero creo que debe prevalecer la norma y, especialmente en este caso, la opinión de las personas de este grupo social para denominarse a sí mismas, que mayoritariamente permanece fiel al término personas con discapacidad, hecho constatado tanto por los datos estadísticos de uso como por la declaración realizada sobre este tema por el Cermi (2017) y también por otras asociaciones. No obstante, creo que ambos conceptos son compatibles y no está de más recalcar siempre que sea oportuno la diversidad funcional o funcionalidad diversa que tenemos. La acción política, la organización de nuestra sociedad, el diseño de productos y servicios, debe tener en cuenta la diversidad funcional de todos, diversidad en la que están incluidas las personas con discapacidad.

8 Anexos

8.1 Principios del modelo de la diversidad funcional

Se reproducen a continuación los principios de la diversidad funcional del libro de Agustina Palacios y Javier Romañach (2007).

  1. La DIVERSIDAD es un valor inherente a la humanidad y así se debe apreciar. Las mujeres y hombres con diversidad funcional pertenecen al amplio colectivo de mujeres y hombres diferentes de la mayoría que enriquecen a la humanidad.
  2. Todas las mujeres y hombres, con o sin diversidad funcional, tienen la misma DIGNIDAD.
  3. Esta dignidad tiene dos vertientes: la dignidad intrínseca y la dignidad extrínseca.
    1. La igualdad de DIGNIDAD INTRÍNSECA está relacionada con el valor de la vida de las mujeres y hombres. Todas las personas, con o sin diversidad funcional, tienen la misma dignidad intrínseca, el valor de sus vidas es el mismo.
    2. La igualdad de DIGNIDAD EXTRÍNSECA está relacionada con los derechos y las condiciones de vida de las personas. Todas las mujeres y hombres, con o sin diversidad funcional, tienen la misma dignidad extrínseca, tienen los mismos derechos y se les debe de dotar del entorno y las herramientas necesarias para que su vida se desarrolle en las mismas condiciones que las [/] los demás miembros de su sociedad.
  4. La diversidad funcional es una cuestión de DIGNIDAD HUMANA Y DE DERECHOS HUMANOS.
  5. Las vidas de todas las personas, con o sin diversidad funcional, deben ser consideradas con el MISMO VALOR en los ámbitos en que se debaten cuestiones de esta índole, en especial en el ámbito de la BIOÉTICA.
  6. Toda la sociedad debe trabajar para conseguir que todas las mujeres y hombres, con o sin diversidad funcional, tengan, y puedan ejercer, los MISMOS DERECHOS.
  7. Todas las mujeres y hombres con o sin diversidad funcional pueden estar enfermas en algunas épocas de su vida. LAS PERSONAS CON DIVERSIDAD FUNCIONAL no están enfermas. Son diferentes y SON DISCRIMINADAS POR SU DIFERENCIA.
  8. Algunas personas, con y sin diversidad funcional, no disponen de su plena AUTONOMÍA MORAL. La sociedad debe trabajar para ayudarles a conseguirla, y en caso de no ser posible, utilizar la SOLIDARIDAD, COMO VALOR FUNDANTE DE DERECHO, Y EL DERECHO, COMO HERRAMIENTA, PARA MANTENER INTACTA SU DIGNIDAD y aceptarlas plenamente.
  9. La construcción social es responsabilidad de los seres humanos. Los seres humanos deben afrontar la CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD EN LA QUE SE CONTEMPLEN LAS NECESIDADES Y DIFERENCIAS DE TODOS LOS INDIVIDUOS.
  10. Las herramientas elegidas para conseguir y preservar la dignidad de las mujeres y hombres con diversidad funcional son LA BIOÉTICA Y LOS DERECHOS HUMANOS.

8.2 Glosario relacionado

Condición de salud

OMS 2001, p. 231: "Condición de salud" es un término genérico que incluye enfermedad (aguda o crónica), trastorno, traumatismo y lesión. Una "condición de salud" puede incluir también otras circunstancias como embarazo, envejecimiento, estrés, anomalías congénitas o predisposiciones genéticas.

Deficiencia

OMS 2001, p. 231: es la anormalidad o pérdida de una estructura corporal o de una función fisiológica. Las funciones fisiológicas incluyen las funciones mentales. Con "anormalidad" se hace referencia, estrictamente, a una desviación significativa respecto a la norma estadística establecida (ej. la desviación respecto a la media de la población obtenida a partir de normas de evaluación estandarizadas) y sólo debe usarse en este sentido.

Discapacidad

Ver apartado 2.1.

discapacitado, da

DLE

1. adj. Dicho de una persona: Que padece una disminución física, sensorial o psíquica que la incapacita total o parcialmente para el trabajo o para otras tareas ordinarias de la vida.

Diversidad

El DLE no ayuda demasiado a la comprensión del significado que buscamos:

1. f. Variedad, desemejanza, diferencia.

2. f. Abundancia, gran cantidad de varias cosas distintas.

En el diccionario Cambridge University Press diversidad se acerca más al concepto en distintas acepciones (traducido):

  • Significado principal:
    • El hecho de que muchos tipos de cosas o personas diferentes están incluidas en algo; una variedad de cosas o personas diferentes:
      • ¿La televisión refleja adecuadamente la diversidad étnica y cultural del país?
    • El hecho de que hay muchas ideas u opiniones diferentes sobre algo:
      • Existe una amplia diversidad de opiniones sobre la cuestión del desarme unilateral.
  • Diccionario americano:
    • La condición o el hecho de ser diferente o variado; variedad:
      • diversidad genética / biológica
      • una amplia diversidad de opiniones/ideas
  • Diccionario americano, ciencias sociales:
    • La diversidad es también la mezcla de razas y religiones que forman un grupo de personas.
  • Inglés de negocios:
    • El hecho de que haya personas de muchos grupos diferentes en la sociedad, dentro de una organización, etc.
      • diversidad cultural/étnica
      • Somos un empleador de igualdad de oportunidades comprometido con la diversidad en el lugar de trabajo.
    • El hecho de que haya muchas cosas existentes diferentes juntas en un grupo:
      • No parecía a ser una infinita diversidad de posibilidades.

Estructuras corporales

OMS 2001, p. 231: Estructuras corporales son las partes anatómicas o estructurales del cuerpo como órganos o miembros, y sus componentes clasificados en relación con los sistemas corporales. El estándar empleado para valorar estas estructuras es lo que consideramos la norma estadística para los seres humanos.

Fuciones corporales

OMS 2001, p. 231: son las funciones fisiológicas de los sistemas corporales, incluyendo las funciones psicológicas. Con "cuerpo" nos referimos al organismo humano como un todo, y por tanto se incluye la mente en la definición. Por ello, las funciones mentales (o psicológicas) están incluidas dentro de las funciones corporales. El estándar empleado para valorar estas funciones es lo que consideramos la norma estadística para los seres humanos.

Deficiencia

OMS 2001, p. 231: Deficiencia es la anormalidad o pérdida de una estructura corporal o de una función fisiológica. Las funciones fisiológicas incluyen las funciones mentales. Con "anormalidad" se hace referencia, estrictamente, a una desviación significativa respecto a la norma estadística establecida (ej. la desviación respecto a la media de la población obtenida a partir de normas de evaluación estandarizadas) y sólo debe usarse en este sentido.

 


 

Notas

  • 1. Fundéu, Hispanoamérica, Iberoamérica y Latinoamérica no son sinónimos; Wikipedia, Iberoamérica.
  • 2. En el artículo Defining Impairment within the Social Model of Disability, Thomas, Gradwell y Markham (1997) proponen la definición de deficiencia para que sea considerada por las personas con discapacidad, solicitando sus comentarios y opiniones.
  • 3. Estos términos son los utilizados por la CIF, pero para el FVI son igualmente negativos, aunque no lo sean tanto como minusvalía.
  • 4. Curiosamente, esta Mesa de Diversidad Funcional rechazó utilizar el término «diversidad funcional» en sus conclusiones y optó por el de «en situación de discapacidad».
  • 5. En una publicación de Senadis de 2014, denominado Recomendaciones para el uso del Lenguaje en Discapacidad…, el término Persona con Discapacidad está ausente de la tabla de recomendaciones, no se desaconseja, por tanto, su utilización.
  • 6. a. b. c. La negrita es mía.
  • 7. Este tema genera debates que podemos comprobar, por ejemplo, en este foro de Stack Exchange Why on the first page Google says there are thousands of results but on the last page there are less than a hundred?.
  • 8. Uso otros navegadores y buscadores para según que cosas, pero en general utilizo Brave y el buscador Starpage.
  • 9. En realidad, el algoritmo de búsqueda de Google es muy complejo y no responde sólo a las distintas variaciones de palabras que pueda contener una frase (consultar Cómo funcionan los algoritmos de búsqueda de Google).
  • 10. El algoritmo de Google utiliza desde hace tiempo los sinónimos en sus cálculos. Ver Google explica cómo funciona el algoritmo de su buscador, 20 Minutos, 07/03/2013.
  • 11. Todos los recursos consultados han sido de libre acceso en linea.
  • 12. La dirección de la sección es http://www.inclusio.gva.es/va/web/discapacitados; podrían haber sido coherentes y acabar en /diversitat-funcional o, simplemente, /discapacitat.
  • 13. Texto original: D’un temps ençà se sent parlar de diversitat funcional, forma que algunes persones han proposat que substitueixi el terme discapacitat, però que no té, tanmateix, l’acord de tot el sector. Si analitzem aquesta denominació des del punt de vista lingüístic, diversitat funcional es podria definir, basant-nos en el diccionari normatiu, com la qualitat de funcionar de manera diversa. Això es pot considerar aplicable a tot el gènere humà: les persones som diverses en tot, en el nostre aspecte físic, en la manera de moure’ns, la manera de pensar, la manera d’expressar-nos. Les persones amb diversitat funcional, doncs, som totes les persones, perquè la diversitat funcional és una característica inherent a l’ésser humà. Aleshores, sembla que no serveix per a referir-se a un col·lectiu concret.
  • 14. La página de desambiguación sólo está disponible en inglés.
  • 15. Uno de los resultados es el artículo de Wikipedia.
  • 16. Andrea Belgrano et al, «Functional Biodiversity during the Anthropocene», en Aquatic Functional Biodiversity, Academic Press, 2015, pp xv-xxi.
  • 17. Por ejemplo, «ordenador» sólo se utiliza en España y Francia.
  • 18. Christina A. Samuels, Fierce Debate Over Sign-Language Use by Some Deaf Students (Feroz debate sobre el uso de la lengua de signos por algunos estudiantes sordos), Education Week, 18 de julio de 2017.
  • 19. Sara Novic, A Clearer Message on Cochlear Implants (Un mensaje más claro sobre los implantes cocleares), The New York Times, 21 de noviembre de 2018.
  • 20. Amelia Cooper, Hear Me Out (Escúchame), Missouri Medicine, 116 (6): 469–471, noviembre de 2019.

Bibliografía

Trabajos citados y bibliografía recomendada

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